Publicado originalmente en Centro Tampa
TAMPA– Es un drama que algunos creen que no es crítico, pero está ahí, en pleno Siglo XXI. Y a diferencia de otros problemas que tocan fondo y llaman la atención de la opinión pública y los medios de información, como el consumo de drogas o la lucha global contra el terrorismo, este un asunto que todavía no encuentra una solución integral y acaso de largo aliento.
Nos referimos al contrabando humano, o tráfico de personas, un problema que está presente entre nosotros y que la mayoría de expertos en el tema coinciden en calificar de ‘esclavitud moderna’.
Con el propósito de concientizar a la comunidad e informar a la opinión pública sobre los riesgos y el peligro real que representa el tráfico de personas, este 11 de enero se realizará una jornada educativa para promover los derechos de las personas y educar a la población en general sobre la trata de personas.
En esta línea de acción especialistas y consejeros de los Servicios Luteranos de Florida (SLF), informaron que el contrabando humano es un riesgo latente en la Bahía de Tampa. La entidad independiente y de ayuda social que asiste a personas de la tercera edad, niños, víctimas de desastres naturales y refugiados de países como Cuba y Vietnam, advirtió que solo en 2017 se abordó la investigación y asistencia de víctimas de al menos 50 casos de trata de personas, según un documento analítico de la organización.
A nivel estatal se registraron 329 casos de contrabando humano que fueron reportados este año a la Línea Directa Nacional contra la Trata de Personas en todo el estado de Florida, de acuerdo con la SLF.
El Congreso estadounidense designó el 11 de enero como el Día Nacional de la Concientización sobre el Tráfico Humano en 2007, con el fin de tratar un problema que afecta a más de 20 millones de víctimas en todos los rincones del mundo.
Lourdes B. Mesias, directora estatal en SLF, precisó que la trata de personas es una forma moderna de esclavitud. Al mismo tiempo se indicó que es un delito que involucra la explotación de una persona para que realice trabajos forzados o actos sexuales mediante el uso de fuerza, fraude o coerción.
Los especialistas de SLF advirtieron que si un menor de 18 años de edad es inducido a involucrarse en un acto sexual a cambio de dinero o algo de valor, esto constituye un delito, independientemente de la existencia de fuerza, fraude o coerción.
En ese sentido los expertos de SLF indicaron que las víctimas de contrabando humano que no son ciudadanos estadounidenses pueden recibir ayuda, incluida la asistencia para la inmigración, con el fin de obtener beneficios y servicios federales y estatales de la misma manera que los refugiados. Las víctimas que tienen la ciudadanía estadounidense o son residentes legales permanentes ya de por sí son elegibles para recibir muchos de estos beneficios, recordó la entidad.
Para conocer más sobre los programas sociales de los luteranos visite el sitio electrónico Lsfnet.org Para denunciar o solicitar asistencia contra el tráfico de personas llame directamente a la Línea de Acción 888-373-7888